Pastoral en Mayo

En nuestro colegio, MAYO se escribe con M de Mazzarello, con M de María y con M de música. Ha sido un mes intenso, un mes salesiano cargado de emoción, de devoción y de alegría. Un mes que iniciaba con el triduo de Santa María Mazzarello, en el que nos acercábamos a la vida de Santa María Mazzarello, nuestra fundadora. Fueron tres días en los que, además, las alumnas de 5º y 6º de primaria se prepararon para ser costaleras del paso de Madre Mazzarello.  Tras la emocionante eucaristía, el 13 de mayo, la imagen de Madre Mazzarello paseó por los alrededores de nuestro colegio llevado por ellas, las chicas. Aquellas a las que Main entregó su vida y escuchó un “A ti te las confío”. El día se vivió con inmensa  gratitud a toda la comunidad educativa; gratitud los unos a los otros por ser un regalo de Dios en el día a día.

Dos días después comenzaba la novena a María Auxiliadora y el tiempo de los recreos se llenaron de costales y costaleros, de tambores y trompetas, de capataces y música, de caja flamenca y canciones rocieras. Todo nos preparaba para el día 24, el día más grande para una casa salesiana. Y como no podía ser de otra manera, ese día amaneció soleado y lleno de emoción. Una iglesia rebosante de “hijos e hijas” que venían a ver a su Madre en la eucaristía del colegio; de canciones rocieras y lágrimas, preludio de que una etapa se acababa de la mejor manera posible: “rendidos a tus plantas”; de un pasito con María Auxiliadora llevado por costaleros de 5º y 6º de primaria acompañado por una banda de casi 40 alumnos y alumnas que querían anunciar que María pasaba por ahí; de familias emocionadas recordando cómo también ellos y ellas sacaron a María por las calles cuando eran alumnos del colegio, etc.

El colofón, ciertamente, llegó por la tarde en la que un año más pudimos ver a nuestra Madre pasear por las calles de su barrio. Todo un barrio rendido a sus plantas. Gracias a todos aquellos que lo han hecho realidad un año más.