El pasado 5 de diciembre, conmemorando la festividad de María Inmaculada, las alumnas de 2º de ESO de nuestro Centro realizaron una visita muy especial a la Casa Madre Mazzarello, un hogar que acoge a nuestras hermanas mayores en situación de dependencia o con limitaciones físicas. El objetivo de esta actividad era llevar un poco de alegría y espíritu navideño a las residentes, quienes recibieron con enorme entusiasmo la sorpresa de las jóvenes.
Las estudiantes, acompañadas por sus profesoras, llegaron a la casa al mediodía, llenas de ilusión y preparadas para ofrecer una serie de villancicos, iluminando así la jornada de las hermanas. La bienvenida fue cálida, con un afectuoso saludo por parte del personal de la Casa, que agradeció el gesto solidario de las jóvenes.
A continuación, las alumnas se colocaron frente a las hermanas en el salón principal, muchas de ellas sentadas en sillas cómodas y rodeadas de adornos navideños que daban color y calidez al ambiente. Las voces juveniles, llenas de energía y frescura, inundaron la sala con canciones tradicionales como «Campana sobre campana», «Los peces en el río”, provocando sonrisas y gestos de emoción. Las hermanas aplaudieron y cantaron junto a las jóvenes, creando un ambiente de alegría y unión.
La actividad también ofreció a las alumnas la oportunidad de interactuar con las hermanas, compartiendo historias y vivencias, lo que fortaleció el vínculo intergeneracional.
La directora de la Casa, Sor Marisa, expresó su agradecimiento por el gesto de las alumnas, destacando que iniciativas como esta son muy valiosas para crear lazos entre las diferentes generaciones y fomentar el respeto mutuo. “Es una forma muy bonita de hacer que nuestras hermanas se sientan queridas y acompañadas en estas fechas tan especiales”, comentó. Este tipo de encuentros intergeneracionales refuerzan los lazos de solidaridad y empatía entre los jóvenes y las personas mayores.
Sin duda, fue un día entrañable; la visita dejó una imborrable huella en las hermanas de la Casa Madre Mazzarello, quienes disfrutaron no solo de los villancicos, sino de la compañía y el cariño de las jóvenes. Esta jornada será recordada como un acto de amor y alegría que, además, contribuyó a hacer más cálida y especial la Navidad para todas.